Una caja fuerte, también conocida como caja de caudales es una caja de hierro que sirve para guardar cosas de valor y dinero. Bien es cierto que esta es una definición muy sencilla.
En cerrajeros 24 horas Valencia, empresa dedicada a la cerrajería urgente y experta en apertura de cajas fuertes Valencia, podría añadir que una caja fuerte es un compartimento especialmente diseñado para guardar en su interior elementos de valor con el fin de protegerlos ante robos, ataques indeseados y contra el fuego.
En la actualidad el termino caja de caudales ha caído en desuso y se utiliza más el termino caja de seguridad. Por descontado ya no se utiliza solo el hierro para fabricarlas. Por lo general, las cajas fuertes son cilindros huecos fabricados con un metal de alta resistencia, reforzado con otros materiales duros como el hormigón y las fibras metálicas para asegurar que sean inquebrantables.
Expertos en abrir cajas fuertes en Valencia
El quid de la cuestión cuando hablamos de la seguridad de la caja fuerte radica en el sistema de cierre, en cómo se desbloquea para abrirse. Hoy en día hay cajas que disponen de sistemas de cierre altamente sofisticados: las combinaciones biométricas son un buen ejemplo, ya no es tan fácil abrir cajas fuertes. Aunque no hay que olvidar que se siguen utilizando las clásicas cerraduras con llave y combinación mecánica o electrónica por su fiabilidad y facilidad de uso. Normalmente la apertura de una caja fuerte se realiza mediante un giro en sus bisagras, pero también las hay que la apertura se realiza extrayendo la propia puerta.
Las cajas fuertes se utilizan en todo tipo de ámbitos y actividades. Las hay de uso doméstico, profesional e incluso para organismos oficiales y entidades bancarias.
En el ámbito doméstico, causan furor las cajas camufladas, que basan su seguridad en lograr pasar inadvertidas. Las hay con forma de vela, de lata de refresco, de lechuga o con apariencia de enchufe o empotrada bajo un falso suelo… El Cerrajero de Valencia le asesorará con gusto sobre los diferentes tipos de cajas fuertes Valencia y le aconsejará según sean sus requerimientos.
Es bastante habitual que se instale en una casa un armero. Existe una gran tradición de cazadores en Valencia y según el tipo de licencia del arma y el espacio requerido para su guarda, la caja de seguridad dedicada a la custodia de armas deberá ser obligatoriamente homologada.
En el campo profesional también podemos encontrar multitud de tipos de cajas fuertes. Todo dependerá del uso que se le vaya a dar: cajas de cobro para depositar el efectivo, pequeñas cajas para habitaciones de hotel. En el caso de empresas como joyerías, gasolineras o casas de loterías el cerrajero de Valencia le recomendaría la instalación de una buena caja fuerte homologada para que abrir cajas fuertes Valencia sea lo más complicado posible, es decir, que cumpla con la normativa vigente en alta seguridad. Existen diferentes grados de seguridad que van desde el I al VII.
Las cajas de seguridad ignífugas están al orden del día. Se usan para proteger documentos y soportes informáticos, elementos electrónicos, etc. susceptibles de deteriorarse con los efectos producidos por el calor de un fuego.
La tecnología avanza a la velocidad de la luz. Puede consultar a cualquier cerrajero profesional o en cualquier tienda especializada y seguirá encontrando cajas fuertes con cerradura de combinación y llave, pero también encontrará cajas fuertes que utilizan la biometría y la identificación del usuario autorizado a su manipulación por radiofrecuencia. Las cajas fuertes de última generación están interconectadas vía telemática con todo tipo de dispositivos móviles de carácter personal. Asistimos pues a un mundo cambiante donde es conveniente dejarse aconsejar por un auténtico profesional para abrir cajas fuertes, como los que encontrará en Cerrajeros 24 horas Valencia.
Historia de las cajas fuertes
Las primeras cajas fuertes podrían considerarse las utilizadas durante la Edad Media. Eran cajas de madera reforzadas con bandas de hierro martillado.
Con el desarrollo de la metalurgia, se manufacturaban cofres completamente hechos con hierro fundido.
Si bien antes de 1826, Jesse Delano ya fabricaba cofres de hierro en la ciudad de Nueva York, fue en ese año cuando patentó un sustancial avance en las cajas de seguridad: creó «la caja a prueba de fuego». La mejora consistía en tratar la madera con una solución de hidróxido potásico y alumbre y revestirla con una composición a partes casi iguales de arcilla, cal, grafito y mica, con el fin de transformarla en incombustible.
Hasta bien entrado el siglo XIX fueron relativamente populares las cajas de seguridad, o «cofres de hierro» como habitualmente se les llamaba, que estaban específicamente diseñadas para obtener una relativa protección contra el robo. A pesar de todo, no ofrecían ninguna defensa sustancial contra el fuego ni contra otros elementos, como el agua o el polvo.
La primera patente de una resistencia antirrobo efectiva data de 1835. Fue solicitada por los hermanos ingleses Charles y Jeremías Chubb, que con esta tecnología comenzaron a producir cajas de seguridad de forma industrial en la fábrica en la que, desde 1818, producían cerraduras. Hoy en día esta empresa forma parte del grupo ASSA ABLOY.
En 1878 el alemán Joseph Loch inventa para Joyeros Tiffany en Nueva York la cerradura de combinación mecánica de disco como sistema de cierre. Desde ese momento se implementan mejoras en los diseños y funciones de estos bloqueos pero la misma combinación se sigue utilizando todavía de forma habitual.
En 1886, Henry Brown patentó una caja fuerte hecha de metal forjado para almacenar y conservar documentos. Es un receptáculo asegurado por una llave y diseñado en su interior para la organización de papeles importantes.
A partir de esa época, y hasta en nuestros días, se comienzan a desarrollar múltiples tipos de tecnologías destinadas al desarrollo de sistemas, cada vez más sofisticados, de protección contra los ataques de las personas y los elementos.
No está de más hacer una apreciación: En unas excavaciones de la tumba de Karameikos en Atenas se encontró una cerradura de combinación. Y en 1206 unos ingenieros musulmanes de la época documentaron en su libro EL libro del conocimiento de mecanismos ingeniosos una cerradura de combinación. De hecho, hay muestras de estas cerraduras en los museos de Copenaghe y de Boston.